Pon delante la palabra AMOR y luego… improvisa
Viví una situación, hace unos años, que me aportó una enseñanza que quiero compartir con vosotros :)
Dos de mis hijas llevaban unos días con piques. Por no pelear, se callaban, día a día la tensión iba subiendo... yo lo observaba obligándome a no intervenir, ya eran mayorcitas, pensaba, y, a la vez que me preocupaba la situación, me sentía orgullosa (en mi ignorancia sobre Inteligencia Emocional) del autocontrol que estaban demostrando.
¡Y llegó el día temido! desde mi habitación oí empezar una discusión que fue yendo a más, decidí no intervenir pero... ¡no pintaba nada pero que nada bien! finalmente entré decidida a "salvar la situación" y lo único que conseguí fue que ¡3 personas discutiendo en lugar de 2!
En eso, mi hijo, que también llevaba un rato escuchando desde su habitación, entró calmada y silenciosamente en la habitación y me abrazó, sin decir nada, y se quedó abrazándome hasta que notó que yo también entraba en calma, después hizo lo mismo con sus hermanas, nos quedamos las 3 mirándonos desconcertadas ¡y rompimos a reir!
Nos dimos un abrazo colectivo los 4 y lo encontramos tan chulo que decidimos repetirlo cada día, jaja, duramos una semana creo... pero estuvo bien :)
Al cabo de un rato mi hijo y yo comentábamos lo sucedido y me dijo que, mientras estaba oyéndonos desde su habitación, primero oía 2 egos y luego oía 3, y que desde el ego no íbamos a resolver nada... le pregunté: pero entonces ¿qué hago? ¡ me preocupaba que llegaran a las manos!
Mamá, me contestó, cuando no sepas que hacer ante una situación así, pon delante la palabra AMOR y luego... improvisa.
¡Hermoso aprendizaje! :)
En mi labor con familias me encuentro con esta situación continuamente, no sabemos cómo conseguir que nuestros hijos "funcionen como debieran" y tiramos de gritos, amenazas, algún que otro bofetón, descalificaciones... y, aunque nada de eso parece funcionar, pero no disponiendo de otros recursos, seguimos tirando de lo mismo.
De manera natural, biológica, tenemos dos tipos de comunicación: la comunicación Agresiva y la comunicación Pasiva.
Podemos ser generalmente pasivos, es decir, que optamos por callar por miedo, vergüenza, tímidez, por no herir...
Podemos ser generalmente Agresivos, imponiéndonos sobre los demás sin tener en cuenta sus necesidades y sentimientos.
o podemos hacer lo que hicimos en casa en la historia que os he compartido: callamos por no herir y finalmente gritamos para dar salida a la tensión acumulada...
Una tercera vía, con la que no nacemos, sino que es una habilidad que se ha de desarrollar, es la Asertividad, que es el arte de defender tus derechos respetando los de la otra persona. Se aprende.
Pero hay aún una cuarta vía: la Comunicación Consciente, y el vehículo es el Amor Incondicional, difícil ¿verdad?
De alguna manera, este tipo de comunicación, no se aprende, surge de un estado más elevado de conciencia. Surge de dejar de lado la perspectiva del Ego, que siempre necesita "ganar", que vive desde la separación del otro, y surge tomando conciencia, valga la redundancia, de que todos somos uno, de que si hieres al otro te hieres a ti mismo, de que, aunque sientas que "has vencido" al otro, en realidad los dos sóis perdedores.
Nos dice la Biblia en un versículo que:
"El Amor cubrirá todas las faltas"
No estoy hablando de dejarlo pasar todo, tampoco funcionaría, sino de elegir utilizar el Amor como vehículo principal de comunicación. Empezando por nosotros mismos por supuesto, sólo así podremos dirigirnos desde el Amor, hacia los demás. Amarnos para poder amar.
Animo a todos los papis que lidiáis con hijos con perfiles que demandan mucha paciencia y Amor, a que practiquéis este principio en vuestra relación con ellos. Si a nosotros como adultos ya nos cuesta controlarnos, calmarnos, encontrar la manera correcta de abordar los continuos y variados retos que nos lanza la vida... imaginaros a ellos, mi labor va dirigida mayormente a niños/as con perfil TDAH, pero hay muchos otros perfiles que derivan en un cuadro familiar de estrés, impotencia, desesperación etc. sus mentes no funcionan como el entorno les demanda que funcionen y, además, se les penaliza por ello. Urge un cambio en la percepción que tenemos los adultos hacia estos niños. Si muestran su frustración e impotencia con actitudes "agresivas", se les diagnostica un TOD, si se encierran en sí mismos por sentirse incomprendidos, se les diagnostica un Transtorno de Espectro Autista, si se desaniman y entran en estado de "indefensión aprendida", se les diagnostica depresión, si ya ni lo intentan, los tildamos de vagos, si intentan tapar con excusas o negaciones sus numerosos "fracasos" en un último intento de salvaguardar su ya muy dañada imagen, los acusamos de mentirosos...
Los niños cada vez más incomprendidos y los padres cada vez más angustiados...
Trabajé con unos papis de un chaval perfil TDAH al que le diagnosticaron Depresión (con 9 añitos...) cuando lo trajeron tomaba medicación para el TDAH y medicación para la Depresión. Lo habían expulsado del cole por agresividad (con 9 añitos...) me consta que no es un caso único. Acompañé a los padres a tomar consciencia de que las conductas de su hijo coincidían con los efectos secundarios de los medicamentos que estaba tomando (en este caso así era). Se le redujo la medicación para el perfil TDAH, se le retiró la medicación para la Depresión y volvió a ser el chico alegre y cariñoso de siempre...
Que importante es la manera en que percibimos a nuestros hijos... están construyendo la imagen que tendrán de sí mismos, es imperativo que les acompañemos con mensajes positivos, que aprendan a confiar en sí mismos pase lo que pase, que sepan que tienen los recursos necesarios en su interior para afrontar los obstáculos de ahí afuera, que los aceptemos tal y como son, sin esperar que cuadren con las expectativas que nos hayamos hecho acerca de ellos. Una mami me trajo a su hijo para ver si podía ayudarlo, un hijo súper inteligente, cariñoso, sensible, valiente, pero "con perfil TDAH", tiene un hermanito pequeño, la madre me dijo que había tenido el segundo para "saber que es tener un hijo "normal", para llorar ¿no?
De acuerdo en que son casos algo extremos, pero son reales. Es nuestra obligación como padres educarnos emocionalmente para poder ser padres efectivos ¡ y no me pongo de ejemplo para nada! como madre he cometido errores que no compartiría a nadie. Por eso soy más consciente de la necesidad de, antes de volcarnos con toda la artillería a querer cambiar a nuestros hijos, educarnos a nosotros mismos, educarnos para educar. Y, ya sabes, si en el camino de educarte te encuentras con momentos en que no sabes que hacer... no tires de tus reacciones nocivas habituales...
Pon delante la palabra Amor y luego... improvisa
¡Un abrazo y mucho Amor!
Carmen Pellicer de Carli, Coach Personal y para el TDAH
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